Ella arremete contra mi boca, en un intento, qué intento, una necesidad de expulsión de fuego tan contenido como sus raíces rojas.
Toma mi boca con sus labios y los hace danzar en un todo con
pasión infinita, sin duda, la chica de los besos más sensacionales del
universo actual, sin plutón y lleno de estrellas de a poco más
brillantes.