Me abanico, y así, la sangre vuela de mi,
Voy gastado de paciencia,
Te busco mañana porque en la otra vida estarás,
Por eso no me aprovecho de ti en este momento,
Donde borro con el miedo a este, nuestro tiempo.
Me enseñas a disertar,
Cuando podríamos estar en aguas, calcándonos,
Fingiré no mostrándome seco en el desierto,
Agradeciendo al Todo por todo esto
Y molestándome porque me gusta,
Pero necesitamos balancear los días
Por todos estos besos,
Esperar más superficie para tal enormidad de lleno,
Equilibrar el peso, volvernos sombra y reflejo.
Por mi, no volvería por el reloj,
Y simplemente mato al que te está quitando de mi cuerpo.
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