Muerte y caza en medio de la nieve...

No sé si me quiero quedar con tus abrazos
O ligarme de pronto a tus besos

Tendré la simpatía de quererte conmigo, 

pero saber que no puedo hacerte del todo bien
Saber que puedes desaparecer en un punto suspensivo
Y que alguien te rapte en un bosquejo

Creo saber a veces lo que sientes
Creo saberlo e intento entenderte
Te miro, y me recuesto aceptando 

y reprimiendo todo lo que esta ocurriendo

La vida justa no es
Los animales son puros
El amor ya no es suficiente
Las personas son eternas cuando quieren

Los recuerdos no ayudan a pensar en el futuro
Los pies que te hacen caminar hoy, 

son los que te guían a las líneas de meta

Estoy tan nervioso que no me puedo estas piernas
Y tan cansado, errado, que tal vez no deba hacer más que gritar

Sentía que éramos animales
Y que eras hembra y hábitat
Pero me miras como un maldito cazador
Que te apetece cruel y bizarro

El brillo y la sombra del suelo, cuando estás viniendo...

Estoy parado sobre el hielo
que rodea el cuadro de la pequeña vereda.
Tu pasaje es el de siempre,
simplemente con hojas húmedas y frías,
yo me estoy imaginando sobre tu cielo a cada paso que llego,
y me estoy sintiendo como a otro tiempo.
Balas pasan fuera de la silueta que deja mi caminar,
sólo me gustaría
que alguna me deje sin garganta,
sin voz cuando me vayas a hablar,
sólo quiero
que una de ellas me atraviese la conciencia
y me deje en espera por siglos,
decenas y cientos de primaveras;
tu andar me busque entonces en la nada,
y al fin dejes de ser pasajera.

Yo sé de memoria tu destello.

Mis ojos no saben lo que ven,
ni dónde mirar,
si cerrar ésta vida de mierda
y dormir por lo que queda de mi existencia,
o tan sólo abrir de nuevo la ventana
para recibir las astas de hielo en aire que caen en picada.
Es cruel amar,
Es cruel no ser tu cielo,
ni cuando llueve,
ni cuando amanece el día con tus sueños...

El brillo y la sombra del suelo,
cuando estás viniendo...